Hace más de dos meses que paso, y a pesar de que todo, no he olvidado lo que sucedió el 11 de julio, sí, ya sé que podía haber actualizado antes, pero entre unas cosas y otras... más vale tarde que nunca.
La boda de Perry sirvió para juntar a todos estos amigos, con sus trajes y sus gafas de sol, que cada cual saque sus conclusiones, pero a mi no me gustaría tener a esta cuadrilla en mi contra.
Sin embargo, no sé si por la iglesia de fondo, o porque están todas preciosas, esta otra foto me intimida mucho menos.
Claro que después de los vinos y la comida, siempre hay que cumplir con las tradiciones, con la novia...
... y con el novio.
Aunque ya lo hice en persona en su momento, desde aquí darles mi enhorabuena, y todas esas cosas que se dicen en estos eventos.
Besitos para ellas y abrazos para ellos.