Hay quién piensa que en la orilla del Huebra no tenemos seguridad, esto es la ciudad sin ley, cada uno hace lo que quiere, como quiere y cuando quiere...
Pues están muy equivocados, en San Muñoz tenemos agentes de seguridad, nuestro propio cuerpo de policia.
Y vaya cuerpo, ya lo quisieran en Madrid, Tokio o New York.
Bien equipadas con sus porras y pistolas, no se le escapan ni los reos más peligrosos, ya sean campeones de España, travestidos, o primos pequeños que traen a sus novias al pueblo de sus padres para que les coman la matanza.
Hablando de novias de primos, os presento a Gema, la bebedora de Legendario, en su casa, porque por aquí no lo tienen en ningún lado, aunque con el brugal se puso igual de contenta.
Y ya que hablamos de primos: ¿alguien sabe dónde estuvo Mejuto gran parte de la noche?, el no lo quiere decir (yo creo que no lo sabe), y los demás tenemos una cierta intriga por saber que gato sufrió las consecuencias de su persecución...
Sí, ya me he fijado en lo mejor de la foto, de la pocas veces que Alberto mira a la cámara.
Besitos para ellas y abrazos para ellos.
