Pero que cojones... ¿en mi blog?

El secuestro

Retornando a las viejas tradiciones, un chistecito de los malos.

Vía mail.

Un empresario vuelve de su oficina en su coche mientras cae un gran aguacero.

Al pasar por delante de una parada de autobus ve a una preciosa mujer y le dice:

- Llueve a cántaros, ¿quiere que la lleve?

A lo que la mujer responde:
Ah, pues sí, muchas gracias.

Llegando al edificio de la mujer, ésta insiste en que el hombre suba a tomar algo a su piso, en agradecimiento por su buen comportamiento.

El hombre accede tras la insistencia de la mujer, y sube a su piso.

Una vez allí se toman un par de copitas, charlan, ríen y... como era de esperar práctican gran cantidad de sexo.

Tras ello ambos se quedan dormidos hasta el amanecer del día siguiente.

En ese momento el hombre despierta preocupadísimo:
- ¡¡¡mierda!!! ¡¡¡qué cagada!!! me quede dormido, ¿ahora qué hago?

Tras unos minutos pensando, coge el teléfono, marca el número de su casa y tan pronto le responde su mujer, le grita
¡¡¡MARIA!!! ¡¡¡NO PAGUES EL RESCATE!!! ¡HE CONSEGUIDO ESCAPAR!

Traducido de pito doble.

Besitos para ellas y abrazos para ellos.

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